La definición de actividad física es «todo movimiento del cuerpo que hace trabajar a los músculos y requiere más energía que estar en reposo».
La actividad física no sólo significa hacer ejercicio. Incluye también todos aquellos movimientos que hacemos en el tiempo libre (caminar, andar en bicicleta), la actividad física ocupacional (estar de pie durante el trabajo, actividades laborales), la actividad física cerca de la casa (jardinería, tareas domésticas), la actividad física relacionada con el transporte (ir en bicicleta al trabajo en lugar de llevar el coche, caminar hasta el supermercado).
Beneficios de la actividad física en el adulto mayor
De todos es sabido los beneficios que en general el deporte ejerce en la vida de todas las personas, sean jóvenes o mayores. Pero en las personas mayores, es especialmente interesante cómo puede ayudar a mejorar ciertas enfermedades y mantener la musculatura y mejora de la circulación sanguínea.
La actividad física en las personas mayores ayuda en la prevención primaria de la obesidad y de enfermedades como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
Además, la actividad física es beneficiosa para la prevención de la obesidad: control del peso para evitar el desarrollo de nuevos problemas asociados.
Por último, la actividad física puede ayudar en el control de la diabetes y reducir la hipertensión.
La actividad física previene el envejecimiento
Aunque la actividad física no le ayudará a eliminar las alteraciones causadas por el envejecimiento, puede ayudarle a retrasar la pérdida de sus capacidades físicas y, por lo tanto, el riesgo de dependencia, al mejorar su función muscular, sus capacidades cardio-respiratorias y su equilibrio.
La actividad física le permite mantener buenas habilidades motoras. Como tal, ralentiza los efectos del envejecimiento en sus músculos, así como en sus funciones cardíacas y respiratorias. Para envejecer bien, la actividad física es por lo tanto la mejor terapia.
Beneficios de la actividad física para el corazón
Cuando usted hace actividad física, sus músculos necesitan más oxígeno para trabajar. Para satisfacer esta demanda, el corazón comienza a trabajar más duro. En otras palabras, se mantiene en buen estado de funcionamiento y se mejora el consumo máximo de oxígeno. Por lo tanto, la práctica de la actividad física permite a las personas mayores mantener la capacidad de relajación del corazón durante un período de tiempo más largo, para reducir el riesgo de presión arterial alta o enfermedad cardiovascular y falta de aliento. El deporte también limita el desarrollo de ciertos trastornos como el aumento del azúcar en la sangre o el colesterol.
El deporte ayuda a mantener la masa muscular
El envejecimiento se acompaña de una disminución gradual de la masa muscular, conocido como sarcopenia. Además de la disminución de la capacidad funcional, este síndrome geriátrico también aumenta el riesgo de desarrollar una enfermedad metabólica como la diabetes. La actividad física es una excelente manera de limitar la sarcopenia y mejorar la fuerza muscular. De hecho, aumenta la fuerza de los extensores de rodilla en un 180% y la masa muscular de los ancianos en un 11%.
Beneficios del ejercicio para el sistema respiratorio
Al participar en una actividad física regular, una persona mayor mejora sus habilidades respiratorias al proporcionar una buena oxigenación en los pulmones y los bronquios. Esto resulta en una disminución de la falta de aliento y una mejor ventilación muscular.
Practicar ejercicio físico retrasa la osteoporosis
Una de las consecuencias más desastrosas de la inactividad física es la osteoporosis. Esta enfermedad se caracteriza por el debilitamiento de los huesos debido a la pérdida de calcio. Además, y lo mas peligroso es que predispone a fracturas. La actividad física en los ancianos retrasa la osteoporosis al promover la movilización de las articulaciones.
La actividad físicas en el mayor mejora de las defensas inmunitarias
La actividad física regular también ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Ante la aparición de nuevas enfermedades inducidas por nuestra alimentación y nuestro entorno, la práctica del deporte es una excelente forma de protegerse contra estas enfermedades.
Prevención del cáncer y aumento de peso excesivo
La actividad física también juega un papel importante en la prevención de la obesidad y de ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de pulmón y el cáncer de próstata.
Beneficios del deporte para la mente y el estado anímico
La actividad física en el adulto mayor no sólo trae beneficios físicos a las personas mayores. También mejora el bienestar emocional, la autoestima y la calidad de vida.
La capacidad física en un grupo o club permite a una persona mayor luchar contra el aislamiento social. Este papel social no es insignificante. El deporte crea lazos sociales y reduce el riesgo de depresión. Esta estimulación social también tiene efectos reales sobre la memoria y la cognición.
Actividades físicas recomendadas para una persona mayor
A medida que el cuerpo envejece, es importante elegir actividades físicas que sean apropiadas para él. A partir de cierta edad, ya no se pueden realizar todas las actividades físicas.
Deben elegirse con cuidado. Por ejemplo estos ejercicios se pueden practicar a medida que uno envejece:
El paseo o marchas suaves
Caminar es, con diferencia, la actividad física más fácil de practicar y la más adecuada para las personas mayores. 15 a 30 minutos de caminata diaria son suficientes. No significa necesariamente pasar tiempo caminando todos los días. Caminar a sus actividades, llevar a sus nietos a caminar o bajarse de una parada de autobús antes de su parada ya son oportunidades para caminar.
Ejercicios de equilibrio
La pérdida del equilibrio es inseparable del envejecimiento. Para evitar esto, usted puede trabajar en su equilibrio a través de ejercicios sencillos como subir y bajar escaleras lentamente, pararse sobre sus talones, pararse sobre un pie o sobre un obstáculo. Practique estos ejercicios de 1 a 7 veces por semana.
Hay una serie de actividades físicas que pueden ser realizadas por personas mayores como yoga, natación, pilates o gimnasia de mantenimiento.